Un proyecto colaborativo entre las universidades de A Coruña y Salamanca y la CHMS estudiará la estabilidad del túnel de Montefurado

RibeiraSacraXa | ACoruñaXa
Los resultados del estudio permitirán plantear alternativas que aseguren tanto la estabilidad estructural como la protección ambiental del entorno, con el objetivo de preservar el Bien de Interés Cultural
Montefurado
22 Oct 2025

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) ha firmado un convenio con las universidades de A Coruña (UDC) y Salamanca (USAL) para elaborar un estudio que evaluará la estabilidad del túnel romano de Montefurado, sobre el río Sil, una infraestructura de gran valor histórico y patrimonial.

El acuerdo fue rubricado por el presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, y los rectores de ambas universidades, Ricardo Cao Abad y Juan Manuel Corchado. La inversión prevista para desarrollar este estudio asciende a 320.334 euros, financiados íntegramente por la CHMS.

Con este estudio, explica el presidente de la CHMS, “se obtendrá información científico-técnica sobre las condiciones de estabilidad y resistencia de los materiales del túnel y del macizo rocoso en el que se asienta, así como de las condiciones hidrodinámicas del río Sil en las inmediaciones”.

El túnel de Montefurado, construido entre los siglos I y II, es una de las obras más representativas de la minería romana en el noroeste peninsular. En origen, alcanzaba unos 150 metros de longitud, aunque hoy conserva 54 metros, tras el derrumbe de parte de su estructura en 1934, que afectó entre 70 y 100 metros del túnel.

Actualmente, el río Sil discurre íntegramente por el interior del túnel, mientras que el antiguo meandro ha quedado colmatado de sedimentos, perdiendo su función natural y generando una degradación progresiva del entorno ambiental.

El proyecto será llevado a cabo en colaboración con ambas universidades. La UDC será la encargada de desarrollar la modelización hidráulica del túnel y del cauce del río, analizando la estabilidad estructural y posibles soluciones técnicas, mientras que la USAL abordará el estudio geológico y geotécnico del macizo rocoso en el que se asienta el túnel, con el fin de completar el diagnóstico y diseñar medidas para garantizar su conservación.

Los resultados del estudio permitirán plantear alternativas que aseguren tanto la estabilidad estructural como la protección ambiental del entorno, con el objetivo de preservar el Bien de Interés Cultural y prolongar su vida útil, evaluando el riesgo de nuevos desprendimientos o afecciones derivadas de avenidas del río Sil.
“Se estudiará, por tanto, la salud geológica del monte y del túnel, teniendo en cuenta el desmoronamiento masivo que se viene produciendo desde finales del siglo XX”, concluyó Quiroga.

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