Rueda se muestra “optimista” ante la evolución de los incendios y anuncia un plan de desescalada

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, visitó este jueves el Puesto de Mando Avanzado de Quiroga para seguir la evolución de los incendios forestales que afectan a la provincia de Lugo, acompañado por la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, y por el alcalde del municipio, José Luis Rivera.
En su comparecencia, Rueda reconoció que siguen activos cinco incendios en Galicia, tras lograr estabilizar el de Carballeda de Avia, y señaló que el que más preocupa es el de Larouco, que se extendió hasta Lugo y amenaza el parque natural del Courel. “Es el que más nos preocupó desde el inicio y previsiblemente alcanzará aún mayor extensión, pero ya se trabaja en el perímetro y el siguiente paso será avanzar hacia su estabilización”, indicó.
El mandatario agradeció la labor de brigadas autonómicas, UME, Guardia Civil, Policía Autonómica, Protección Civil y vecinos, y advirtió que las cifras de superficie quemada no son todavía definitivas. “El balance real se conocerá cuando se apaguen todos los fuegos”, afirmó, recordando el caso de Pena Trevinca, que pasó en poco tiempo de 20 a 2.000 hectáreas afectadas.
Rueda también explicó que se está preparando un plan de “desescalada” para el regreso progresivo del personal desplazado de otras comunidades, una vez que los técnicos certifiquen que los incendios están bajo control. Justificó la retirada y posterior reincorporación de algunos efectivos como una “decisión técnica” que priorizó proteger casas y vidas antes de centrarse en la perimetración.
En relación con las críticas a la gestión, negó errores graves aunque admitió la complejidad de los llamados incendios de sexta generación: “No somos perfectos, pero se ha trabajado mucho. La dispersión de la población complicó las tareas, pero los núcleos habitados fueron siempre la prioridad”.
El presidente gallego cargó contra el Ejecutivo central, calificando de “disparate” las acusaciones del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre una supuesta petición tardía de ayuda. “Pedimos medios adicionales desde el primer momento, incluido el Ejército, pero muchas cosas solicitadas no llegaron”, denunció, acusando a miembros del Gobierno de generar polémica “desde las redes sociales y sin dejar de estar de vacaciones”.
Sobre las críticas por la existencia de motobombas sin emplear mientras se reclamaban más recursos, aseguró que “se están diciendo muchas cosas que no son verdad” y defendió que la Xunta utilizó todos los medios disponibles. También negó que hubiera bajas sin cubrir en las brigadas.
Rueda anunció que la próxima semana se convocarán ayudas para los damnificados e instó al presidente Pedro Sánchez a cumplir el compromiso de que el Estado aporte fondos con rapidez. Además, subrayó que la Xunta destinó este año 50 millones de euros a la prevención de incendios y avanzó que la inversión seguirá aumentando.
Por último, apeló a la responsabilidad ciudadana para mantener limpios los alrededores de las viviendas e impulsar el uso de ganado como herramienta de prevención natural. Sobre la presencia de la vicepresidenta Yolanda Díaz en una manifestación, ironizó: “Me parece bien que interrumpa las vacaciones ahora, cuando no lo ha hecho hasta ahora en ningún momento”.
SITUACIÓN EN LA ZONA
En el balance realizado sobre la situación de los incendios en Quiroga y O Courel, los responsables municipales mostraron un tono optimista y coincidieron en que el escenario mejora de forma notable, aunque con la cautela que exige la evolución de las llamas. “No podemos dar nada por seguro cuando hablamos de fuego”, advirtió el concejal de Medio Ambiente, Luis Manuel Arias.
El incendio que en los últimos días mantuvo en vilo a varias localidades ha dejado de representar un riesgo inmediato para los núcleos habitados y, según explicó el edil, “se encuentra muy cerca de estar controlado”.
Con más de 9.000 hectáreas calcinadas en el término municipal, los esfuerzos de extinción se concentran ahora en Montouto de Outeiro, en la frontera con Folgoso do Courel, donde las brigadas trabajan para frenar las llamas en dos frentes: el que afecta al territorio quirogués y el que limita con la provincia de León. A pesar de la subida de temperaturas registrada por la tarde, los equipos confían en que el fuego no logre avanzar más en estas zonas.