Los catamaranes de la Ribeira Sacra impulsados por la Diputación de Lugo registraron cerca de 57.000 viajeros en 2025

Las rutas fluviales que gestiona la Diputación de Lugo por los Cañones del Sil y del Miño volvieron a cerrar el año con alta demanda. Entre marzo y este pasado fin de semana se registraron 56.904 viajeros, una cifra que, según la institución provincial, se mantiene estable a pesar de un verano marcado por la peor ola de incendios en Galicia del último siglo, que incluso obligó a interrumpir un día completo el servicio para facilitar las labores de extinción.
“Tenemos una cifra muy sólida de usuarios y usuarias año tras año, lo que demuestra la fuerte atracción turística de esta propuesta y del trabajo serio y comprometido de la Diputación”, destacó la Diputada de Régimen Interior, Promoción del Territorio y Turismo, Pilar García Porto.
Las dos rutas operativas volvieron a concentrar la mayor parte del flujo turístico. Por un lado, la del Cañón del Sil, con salida desde el embarcadero de Ponte do Sil en Monforte de Lemos, sumó 43.495 personas; mientras que la ruta del Cabo do Mundo, con salida en Santo Estevo (Belesar), registró 13.409 viajeros.
La institución provincial subraya que estos recorridos encajan en su apuesta por un turismo sostenible y de experiencias. Según García Porto, “las rutas fluviales generan un efecto multiplicador en términos de pernoctas y de consumo, contribuyendo así de manera directa a la dinamización económica, de la hostelería, del turismo y del comercio en esta comarca”.
La Ribeira Sacra siguió atrayendo visitantes internacionales. De este modo, un 30% de las personas usuarias proceden de otros 37 países, principalmente europeos, con Francia, Alemania y Portugal a la cabeza, aunque también llegaron viajeros de América, Asia y África. Cerca del 70% son turistas nacionales, sobre todo de Galicia, Madrid, Barcelona, Asturias, Valencia o Vizcaya.
Entre el 1 y el 8 de diciembre, coincidiendo con el puente de la Constitución, utilizaron el servicio 683 personas. La ruta más demandada fue la de Ponte do Sil, con 575 viajeros, mientras que la de Belesar sumó 108. Durante estos días se reforzó la frecuencia de las navegaciones en ambos embarcaderos.