La candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio Mundial entra en su recta final
La Xunta de Galicia dio un nuevo paso en la tramitación de la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio Mundial, en una fase que entra ya en su tramo final y cuyo veredicto se conocerá en la segunda mitad de 2026. Una delegación formada por representantes de la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude y del Ministerio de Cultura mantuvo en París un encuentro de trabajo con un comité de expertos de la Unesco para aportar respuestas y completar aspectos del expediente remitido el pasado mes de enero.
Tras la reunión, el director general de Patrimonio Cultural, Ángel Miramontes, que coordinó la comitiva gallega, aseguró que “las sensaciones siguen siendo muy buenas y hacen confiar en la consecución de esta distinción en 2026”. Durante el encuentro se expusieron nuevamente los “atributos especiales y únicos” que caracterizan a la Ribeira Sacra y que, según Miramontes, “la hacen justa merecedora de este reconocimiento internacional por parte de la Unesco”.
La candidatura, que abarca 26 concellos de las provincias de Lugo y Ourense, destaca la configuración del paisaje a través del uso del agua, un modelo que, según el representante de la Xunta, no está suficientemente presente en la actual Lista de Patrimonio Mundial. Esa singularidad fue también comprobada sobre el terreno por el observador enviado por Icomos, cuyo informe, recordó Miramontes, complementa el expediente inicial.
Durante la reunión en París pudieron aclararse cuestiones derivadas de todos los informes recopilados, que ahora deberán ser desarrolladas con mayor detalle. La documentación definitiva deberá presentarse antes del 27 de febrero de 2026, el plazo fijado por la Unesco para completar el proceso.
Miramontes insistió en que los próximos pasos son “claves” para la resolución final y agradeció el “apoyo en todo momento” del Ministerio de Cultura, así como de la ciudadanía y de las instituciones locales de los 26 municipios implicados. “El camino que nos queda es crucial y necesitamos la colaboración y el impulso de todos”, subrayó.
Durante los últimos años, la Xunta destinó cerca de 8 millones de euros a la conservación y puesta en valor de más de 40 bienes patrimoniales situados en la Ribeira Sacra, tanto en Lugo como en Ourense. Esta inversión permitió ejecutar más de 90 intervenciones, en solitario o en colaboración con concellos y otras entidades, en inmuebles y enclaves de gran relevancia, como iglesias, monasterios, museos, castros o yacimientos romanos.
Según Miramontes, este esfuerzo sostenido contribuyó a que el territorio sea hoy “más vivo, más cuidado y más reconocido”, y manifestó su confianza en que esa tendencia se reforzará “cuando alcancemos este merecido reconocimiento internacional”.