Interior Galego Vivo denuncia el mal estado de las carreteras estatales en el interior de las provincias de Ourense y Lugo

Interior Galego Vivo, a través de una misiva firmada por Antom Fente Parada, Coordinador General de la formación, se dirigió esta semana al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, denunciando el “lamentable” estado de las carreteras de titularidad estatal en el interior gallego. Un problema que, señalan, “se ha cronificado sin que el Gobierno adoptara soluciones duraderas”.
En concreto, Interior Galego Vivo señala el “estado actual de la N-540 entre Lugo y Ourense, que representa un serio peligro para la seguridad vial”. De hecho, apuntan que “son cada vez más los problemas mecánicos en los vehículos, lo que repercute muy negativamente en la ciudadanía y supone costes crecientes entre la desesperación de los trabajadores y trabajadoras que diariamente tienen que usar esta carretera”.
“Somos conocedores de que se han destinado fondos para la reparación de esta carretera, pero, a día de hoy, estos trabajos han sido no solo lentos, sino también ineficaces y poco duraderos”, señaló Antom Fente. Desde Interior Galego Vivo advierten que “el presupuesto no es suficiente” y urgen a una actuación y mejora integral del principal nexo de unión entre las ciudades del interior gallego.
Por otra parte, IGV denuncia también el “deplorable estado de la N-120 entre Monforte de Lemos y Os Peares”, especialmente en los tramos de la villa del Cabe y sus alrededores. Así, urge a que se adopten medidas con celeridad, que "deben tener en cuenta igualmente el estado de la N-120A en Os Peares, un quebradero de cabeza permanente para la población de esa zona”.
Asimismo, denuncian que la N-525, de Benavente (Zamora) a Santiago de Compostela, necesita atención a su paso por las comarcas de Monterrei y A Limia, en Ourense, antes de que "su estado sea análogo al calamitoso estado de la N-540".
Interior Galego Vivo insiste en la “necesidad que tiene el interior gallego de infraestructuras útiles y bien conservadas, al tratarse de territorios periféricos con serios problemas de dispersión y demotanasia, que se ven acelerados, precisamente, por el abandono institucional y la falta de una atención similar a la que las instituciones ofrecen a territorios con más población”.