Entrevista: "El hashtag la cultura es segura, es totalmente verídico"

RibeiraSacraXa
Miguel Franqueiro es el director de la banda de música de Sober, profesor de varias escuelas de música y tuba freelance en orquestas profesionales.
miguel franqueiro sober
9 May 2021

Miguel Franqueiro es el director de la banda de música de Sober, profesor de varias escuelas de música y tuba freelance en orquestas profesionales.

La pandemia de la covid19 afectó a muchos sectores de forma importante. En este caso, hablamos con Miguel Franqueiro un músico profesional que nos cuenta como se vive y como se vivió en el mundo de la música.

Justo antes de la pandemia se mudó al rural, como es la vida en la Ulloa para un músico profesional?

Son una persona que me crié en el rural pero que, por circunstancias laborales y motivos de estudios, tuve que mudarme la diferentes ciudades. Aun así, siempre tuve claro que en cuanto había podido volvería al rural, algo que sucedió justo antes de la pandemia cuando mi pareja y yo compramos una casa. La vida es muy diferente, en el campo hay mucha más libertad para todo y, siendo músico, no tengo que preocuparme por molestar a vecinos cuando ensayo.

En plena pandemia, la finales del 2020, hizo su debut con la Scala de Milán, como fue esa experiencia?

La experiencia fue muy buena, enriquecedora y curiosa porque eran unas circunstancias socialmente nuevas para todo el mundo. Sí que se hizo un poco complicado y extraño por las medidas de seguridad; todo eran novedades y fue cuando empezamos el período de adaptación, sin embargo es una experiencia de la que se sacan muchas cosas positivas.

Y en relación a este año, se está retomando la actividad en las orquestas?

Las orquestas retomaron su actividad con relativa normalidad. Al fin y al cabo, las normativas las adaptaron a los nuevos tiempos, usando un repertorio con menos plantilla, algo que lo hace más clásico y no tan sinfónico. Depende también de cada gerente y de cada orquesta pero se puede decir que su actividad no paró prácticamente nada. Lo que sí que se notó fue la cantidad de gente, que hizo que la carga de trabajo se había reducido considerablemente.

Se pudieron realizar conciertos? Había público?

Conciertos hubo en casi todo momento, menos cuando solo quedó la actividad esencial. De hecho, fui a hacer conciertos por España, alguno de ellos por streaming, como el concierto del día de Pamplona que no contó con público... fue una sensación rara. Sin embargo, la mayoría de los conciertos suelen hacerse con aforo reducido que, dependiendo de las semanas o de la comunidad, es de un 30% o de un 50%. Es cierto que las veces ni siquiera se llega la cumplir el aforo porque la gente aún es un poco reacia a meterse dentro de lugares cerrados para asistir los conciertos.

Considera que la gente es bastante reacia a ir a conciertos; opinas que son lugares seguros?

Sí se cumple con las normas, no debería haber ningún tipo de problema porque la gente guardia a distancia de seguridad. Los músicos, por regla general, mantenemos la máscara puesta en todo momento menos cuando tocamos, aunque sí que es cierto que, como en cualquier profesión, hay personas más o menos minuciosas a la hora de tener cuidado. A mí no me consta que haya habido brotes en ninguna orquesta sinfónica excepto cuando fui la Scala de Milán donde sí hubo contagios, pero fue algo puntual. Sí que creo que, durante la actividad cultural, no debería haber ningún problema y que el hashtag la cultura es segura (# aculturaésegura) es totalmente verídico.

Y como director de la Banda de Música de Sober y profesor en diversas escuelas de música, supuso un esfuerzo adaptarse a las nuevas normas?

Es incómodo porque las medidas y las restricciones van cambiando y no es el mismo hacer un ensayo con seis personas a hacerlo con cuatro. Había días que el tiempo era muy justo para programar el ensayo ya que el repertorio no se ajusta a lo que habías pensado. El que intentas hacer es estar el mejor informado posible para hacer bien las cosas y que no existan problemas y, si los hay, que no sean responsabilidad tuya. Pero bueno, el importante es que los chicos sigan aprendiendo, que las agrupaciones no desaparezcan y poner de nuestra parte a mejor voluntad posible.

Hace poco salieron en pasa calles por Sober, cuál fue la respuesta de la gente?

La respuesta fue muy positiva porque a la gente le ven bien un punto de ánimo; eran momentos delicados y ver la banda por el pueblo fue una agradable sorpresa. Además, fuimos la residencia de mayores porque, al fin y al cabo, fueron uno de los grandes perjudicados.

Como se mantiene vivo el espíritu de la música en una banda popular?

En estos tiempos donde la juventud tiene mucha oferta de actividades es complicado promover la enseñanza musical. Al final, lo que se busca es una manera de acercarle a la juventud de núcleos rurales esa posibilidad de aprender música que, en el caso de no tener banda musical, no tendrían. Hay que hacer un gran esfuerzo y se depende más de las instituciones del que se quiere pero, en la mayoría de las veces, es la única forma de subsistir. Es fundamental que se apoye más la cultura porque sino no se puede conseguir una escuela de música con un profesorado en condiciones dignas.

Que aprendizaje tira de esta etapa?

A mí lo que me sorprende es la capacidad de adaptación que tiene el ser humano porque a pesar de las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo, nos conseguimos adaptar y buscamos la manera de tirar hacia delante. El aprendizaje que saco de esto es que tenemos una capacidad adaptativa muy superior lo que estamos acostumbrados.

Miguel Franqueiro orquesta
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