El SLG demanda una compensación para las pequeñas viticultoras da Ribeira Sacra ante la bajada de rendimientos por hectárea
Comenzando ya la poda para la vendimia de 2025, desde el Sindicato Labrego Galego advierten de que “muchas personas se preguntan en la Ribeira Sacra cuáles son los intereses detrás de la estrategia de la Consellería de Medio Rural (CMR) de demolición del modelo de pequeñas y medianas viticultoras en el que tradicionalmente se ha sustentado la producción de esta Denominación de Origen Protegida (DOP)”.
La hipótesis mayoritaria, señalan, es que existen bodegas industriales que codician hacerse con el prestigio acumulado en esta DOP, “que además tiene entre sus valores añadidos la producción vinculada a un paisaje singular, con gran potencial en otros sectores económicos como el turismo”.
Con todo, denuncian que “Parece que la nueva conselleira, utilizando la manida estrategia de anuncio de medidas falsas a través de los medios de comunicación, consiguió superar el verano y la vendimia”.
Se preguntan, además, “por qué motivo las organizaciones agrarias que rompieron la unidad sindical en las movilizaciones argumentando fiarse de las promesas de la administración gallega, se encuentran tan cómodas en la situación que tenemos ahora, es decir, con el abandono de decenas de productoras y productores, y en ningún momento critican a la Xunta ni se quejan del incumplimiento de los acuerdos”.
Desde el SLG recuerdan que, en plenas movilizaciones, “la Consellería chantajeó a las organizaciones agrarias exigiendo el cese de las mismas a cambio de mantener una reunión, un argumento no solo abusivo, sino también ilógico en una administración pública, que tiene precisamente entre sus deberes y competencias trabajar conjuntamente con los agentes legitimados en el sector. La represalia contra el SLG por no haber aceptado este chantaje fue cancelar la reunión que tenía comprometida con nosotros y no convocarnos a ningún encuentro en los que se trató esta problemática”.
Por eso, explican que “el paso de los meses está sirviendo para concretar que la alianza estratégica entre la Consellería de Medio Rural y las organizaciones agrarias que rompieron las movilizaciones implicó consecuencias”, entre las que destacan que “no se activó ninguna ayuda para las viticultoras y viticultores y que no se dieron explicaciones de por qué en ningún momento el Gobierno autonómico valoró adoptar un marco legal para aprobar ayudas de minimis, como sí hizo en su momento La Rioja”.
En definitiva, denuncian que “a pesar de los anuncios institucionales, la Xunta de Galicia no activó ninguna medida de apoyo directo a las personas viticultoras, ni tampoco se aprecia horizonte de trabajo alguno que proteja la producción de la vendimia del próximo año y no nos veamos de nuevo en la misma situación”.
Explican que la vendimia del próximo año comienza ahora, y que si la Xunta continúa sin tomar medidas, quedarán cepas sin podar. “Las viticultoras y los viticultores son perfectamente conscientes de que, en el caso de que la uva se recoja el próximo año, los precios muy bajos de la última campaña marcarán la tendencia de la próxima”, señalan.
Desde el Sindicato Labrego Galego denuncian que, a pesar de haberse alertado de esta situación desde mucho antes del inicio de la vendimia, “la Consellería de Medio Rural estuvo ignorándola durante meses, y solo bajo la presión de las movilizaciones salió anunciando medidas, sin que finalmente ninguna llegara a las personas productoras”.
Medidas del Consejo ReguladorEn esta misma línea, valoran las medidas recientemente propuestas por el Consejo Regulador, ya que explican, “no serán eficaces si no son acompañadas por acciones complementarias por parte de la CMR que garanticen una remuneración justa para los viticultores y viticultoras ante la bajada de rendimientos, como sí se llevaron a cabo en otras Denominaciones de Origen”.
Por eso, esperan que el precio de la uva de la Ribeira Sacra en el año 2025 no sea de un euro o menos de un euro por kilo, con un rendimiento de siete mil y pico kilos por hectárea, ya que teniendo en cuenta los costes de producción, “una vendimia a ese precio sería la estocada final para las pequeñas y medianas productoras de la viticultura heroica”.