El Centro Social de Quiroga homenajeó a María Pena López por su centenario


Maruja, como la llaman cariñosamente, nació el 7 de mayo de 1925 en el lugar de Parteme, parroquia de San Lourenzo do Nocedo. Desde muy joven trabajó sin descanso en las labores del campo para sacar adelante a sus hijas, ya que enviudó siendo todavía muy joven. Recuerda que la vida de antes era muy dura y había que trabajar muchísimo para poder ayudar en casa de sus padres.
Esta centenaria, noble, dulce y cariñosa, como la describen quienes la conocen, asegura que el secreto para llegar a cumplir un siglo de vida está en comer y dormir bien, y sobre todo en no hacerle mal a nadie. Las puertas de su casa en Parteme siempre estuvieron abiertas para todo el mundo, ya que le encantaba recibir visitas de amigos y familiares. Lo mismo sigue haciendo en su hogar actual en Quiroga, a donde se trasladó a vivir con su familia hace dieciséis años y donde ha hecho muy buenas amistades.
Esta semana, la dirección del Centro Social de Quiroga, lugar al que acude a diario a jugar a las cartas, quiso rendirle un homenaje por su 100 cumpleaños con una gran fiesta a la que acudieron amigos y familiares para acompañarla en este día tan especial.
El concejal de Servicios Sociales, Xosé Manuel Fernández, la concejala de Igualdad, Maite Pérez, y el concejal de Juventud, Luis Manuel Arias, le hicieron entrega de una placa conmemorativa y un ramo de flores en nombre de todos los vecinos y vecinas de Quiroga, como reconocimiento a su longevidad y al buen estado de salud del que disfruta.
En esta celebración no faltaron las cien velas que Maruja sopló con gran facilidad, ni el brindis con todos aquellos que quisieron acompañarla en una ocasión tan importante.
