El BNG denuncia la “situación insostenible” en la residencia Domus VI de Monforte y exige garantizar unas “condiciones dignas”

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“Las trabajadoras describen una situación insoportable, con nuestros mayores comiendo allí patatas cocidas con natillas”, advirtió el diputado nacionalista Iago Suárez
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Residencia Domus VI
7 Nov 2025

El diputado del BNG, Iago Suárez, denunció en el Parlamento de Galicia la “situación insostenible” que, según afirmó, se está viviendo en la residencia de mayores Domus VI de Monforte. El nacionalista pidió a la Xunta que actúe con “compasión” y garantice “condiciones dignas” tanto para las personas usuarias como para el personal del centro.

“Las trabajadoras describen una situación insoportable, con nuestros mayores comiendo allí patatas cocidas con natillas”, insistió Suárez durante su intervención, en la que relató los testimonios de empleadas que aseguran trabajar en condiciones límite, con turnos de tan solo tres personas por la noche para atender a 180 residentes.

El parlamentario de la comarca comparó el caso con el de la vivienda comunitaria de Amoeiro, recientemente clausurada por la Xunta tras descubrirse unas condiciones “indignas” que obligaron a desalojar a los usuarios. “Estamos hablando de la vida de nuestras personas mayores. La Xunta tiene que actuar”, reclamó.

Suárez leyó las palabras de personas que acudieron a la residencia de Monforte “alrededor de las tres de la madrugada para atender una urgencia” y que describieron “un olor a orina y a heces insoportable”. Según su relato, encontraron a un residente con brotes de sarna que se mostró agresivo con el personal: “Las profesionales solo podían llorar ante la falta de capacidad; solo eran tres para atender a 180 personas y, encima, con lo que se montó. A saber cuántas veces más habrá pasado esto”, recogió el diputado.

El representante del BNG responsabilizó al Gobierno gallego de la situación de las residencias privadas que reciben fondos públicos. “La Xunta es responsable porque es quien regula los ratios de personal a través de una orden de 1996”, recordó. Indicó que en la Domus VI de Monforte trabajan 18 profesionales por la mañana, 14 por la tarde y solo tres cuidadoras más una enfermera durante la noche. “Claramente no llegan”, apuntó.

Iago Suárez reclamó saber “cuándo fue la última inspección” en la residencia e instó a la Consellería de Política Social a “no seguir de brazos cruzados y actuar ya”. “Con un gobierno normal, lo que allí pasó supondría como mínimo la dimisión de la conselleira. A un gobierno tendría que caérsele la cara de vergüenza al ver algo así”, concluyó, añadiendo que “si del BNG dependiese, juntaríamos Roma con Santiago para solucionar lo que allí pasa, que hay quien califica de inhumano”.

Por su parte, el BNG de Monforte anunció este jueves que presentará una moción en el Ayuntamiento para instar a la Xunta a abrir una investigación inmediata sobre el funcionamiento de esta residencia. “La Xunta tiene que garantizar condiciones humanas y personal suficiente, no mirar hacia otro lado mientras se deteriora la atención a las personas mayores”, señaló el responsable local, Manuel Luaces, quien advirtió que “la información que está saliendo a la luz es muy preocupante y revela un modelo de atención totalmente desbordado”.

“No estamos hablando de un caso aislado: es la consecuencia de un sistema privatizado, con escasa supervisión pública, que deja sin respaldo ni a las personas usuarias ni al propio personal. La Xunta no puede eludir su responsabilidad”, afirmó Luaces, quien recordó que Domus VI gestiona un servicio esencial financiado con fondos públicos, por lo que considera que el Gobierno gallego debe revisar de inmediato los ratios de personal, las condiciones de atención y la capacidad real del centro.

La moción que se presentará en el Pleno municipal solicita también que el Ayuntamiento remita un informe a la Consellería de Política Social y que se garantice una atención digna, segura y adaptada a las necesidades de las personas residentes.

“Las familias y el personal llevan tiempo denunciando el deterioro del servicio. No se puede tolerar que las residencias se conviertan en almacenes de personas mayores. Es una cuestión de humanidad y de responsabilidad pública”, concluyó Luaces.

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