150 escolares de Chantada se formaron en prevención del acoso escolar

El Auditorio Municipal de Chantada acogió este miércoles por la mañana una charla formativa centrada en la prevención del bullying. La actividad, organizada por el Concello de Chantada, se enmarca dentro del Plan Director de Convivencia Escolar y estuvo dirigida a alumnado de entre 8 y 11 años de los centros educativos Eloísa Rivadulla y Xoán de Requeixo.
La sesión fue conducida por Héctor Méndez, guardia civil y psicólogo, formador del Plan Director, con la colaboración del Servicio de Educación y Apoyo Familiar del Concello de Chantada, que cuenta con financiación de la UE e incluye en su equipo a un psicólogo y un educador social.
Durante la presentación, la concejala de Educación, Belén Vázquez Caseiro, señaló: “El objetivo de estos encuentros es que los niños y niñas puedan identificar estas situaciones, ya sea como víctimas, acosadores o cómplices. El año pasado celebramos el Día contra el Acoso Escolar con un acto similar, y creemos que este tipo de propuestas son fundamentales para mantener a los más jóvenes con los pies en la tierra sobre un tema que, según los últimos datos, afecta a 1 de cada 3 menores”.
Actualmente, los casos de acoso escolar se dan principalmente entre cuarto y sexto de primaria. Las causas son múltiples y están estrechamente vinculadas al entorno familiar. “Los datos de convivencia familiar son cada vez peores debido a las reacciones de padres y madres. Cuando aparece una situación de acoso, las familias de las víctimas suelen querer resolver el problema, pero las del acosador rara vez muestran intención de hacerlo”, explicó Méndez.
Este tipo de actividades hacen hincapié en la necesidad de observar si algún niño o niña lo está pasando mal por algo que le hacen o si hay compañeros que quedan aislados de los juegos y las actividades.
Identificar al acosador o acosadora suele ser más complejo, ya que a menudo ocultan su comportamiento tras una “careta” y muestran diferentes caras. En cambio, la víctima presenta signos más visibles, según Méndez: “Empieza a dormir mal, baja el rendimiento escolar, se aísla, está más triste, habla menos, etc. Es necesario valorar si estos cambios de conducta no se deben a otras causas, pero podrían estar relacionados con una situación de acoso escolar. Por ejemplo, el principal motivo por el que un niño se autolesiona es el acoso; ahí hay claramente un sufrimiento extremo”.
En el trasfondo del acoso escolar siempre hay factores familiares. “Los menores de familias desestructuradas tienen un mayor riesgo de ser víctimas, mientras que el perfil del acosador suele corresponderse con entornos familiares estructurados, pero con una falta de límites en la educación que reciben”, concluyó Héctor Méndez.